Luis y Alberto han
decidido por fin escalar este domingo la montaña más alta de su
pueblo.
Partieron muy
temprano y decidieron caminar cada uno a su ritmo. Después de una
hora ascendiendo, Luis, que había sacado alguna ventaja a Alberto,
exclamó:
-
¡Aligera un poco si puedes, que te he sacado doscientos metros de ventaja!
-
Es verdad – respondió Alberto. Y, dirigiendo su mirada hacia la cima, continuó – …Y me quedan todavía ochocientos metros para llegar a la cima.
-
¿Y tú cómo sabes que te faltan ochocientos metros?
-
Pues muy sencillo; porque hay aquí al lado una señal que lo indica.
-
¡Ah, claro! En ese caso, ¿cuánto me falta a mí? - Preguntó Luis.
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